Gracias por llegar hasta aquí!!!
Te has ganado una primavera polaca anticipada!!!
Faltaba al menos un piano como protagonista y qué mejor que Chopin, una buena forma de engañar a ese oído medio (ese que es el del deleite) y hacerle creer que una sucesión de golpes es una melodía continua, algo así como si en literatura tuvieran más valor las entrelíneas que lo escrito!