-“¡Que no me entere yo que tú vas arrastrándote por los suelos de los bares recogiendo chapas de la fanta ´pa´ quitarles el plástico!” /// -“eeeeeehhhhhhh ...... son de la mirinda mama” /// -“ni mirinda ni mirindo”. La apelación a femenino y masculino con el ‘ni’ de mediador copulativo zanjaba cualquier réplica y alejaba cualquier tipo de solución “win win”. Resultado práctico, la recolección de letras de la palabra ‘mirinda’ se convirtió en una actividad clandestina.
Salir de la margen izquierda y pasearse por ESPAÑA cantando pi pi pi pi pi pi, en pantalones blancos y en la década de los 60, requería timbre melódico en la voz y temple de acero en el artista. Eso debían aunar Tony Landa y Los Mitos en su conjunto. Fue mi primer disco Mirinda de ....
Debía un tributo a Mari Trini, otro al otoño y otro a las caras B de los discos de Mirinda. Voila!!!